poder creativo

Creatividad al poder. La base del cambio debe apoyarse en la creatividad

Aunque suene a tópico, revisar y replantearse los efectos de nuestra actividad en el mundo, es un ejercicio muy conveniente. Debemos preguntarnos cómo una especie que tiene memoria, que ha desarrollado la capacidad de razonar, de imaginar y que tiene capacidad de elección, puede ser, a la vez, tan mema. Inteligencia y estupidez se dan en paralelo. Para solucionarlo: “creatividad al poder”

Peter Russell nos prevenía con sus paradojas. No entendía cómo era posible devastar miles de hectáreas de tierra fértil, tapizarla de asfalto, contaminar su aire, expulsar a los animales que allí viven y, encima, pagar auténticas millonadas por estar allí.

cambio creativo

Preguntas difíciles de contestar

¿Como es capaz el hombre de darse cuenta de que, en la vida, hay algo más de lo que vemos a simple vista y de  elaborar propuestas de unidad de la humanidad y de la supremacía del amor y, luego, convertirlo en doctrinas que aglutinan personas y que son capaces de matar a otras personas que, con la misma base, se aglutinan en doctrinas ligeramente diferentes?.

¿Cómo es capaz un ser inteligente de destruir un ecosistema que necesita para vivir y, a sabiendas, continuar haciéndolo?

Cualquier individuo que tuviera un comportamiento que fuera en su contra y en contra de los demás, lo consideraríamos un perturbado.

Y estamos lanzados a una catástrofe a pesar de aquellas voces de dirigentes interesados, exclusivamente, en su parcelita de vida, que niegan lo que sucede.

Solamente llevando la creatividad al poder podremos tener alternativas a la debacle.

cambio climático

El tren sin conductor

En “La bestia humana”, Zola, en la parte final, narra cómo un grupo de soldados que se dirigen al frente, está en un tren rodando cuesta abajo a toda velocidad. Maquinista y conductor discuten. El maquinista quiere echar más carbón y el conductor no. Se pelean y caen del tren. El libro acaba ahí, con el grupo de soldados bebiendo y cantando rumbo al desastre.

Algo así nos pasa. Nos precipitamos a una hecatombe a un ritmo cada vez más acelerado y no hay nadie en el asiento del conductor.

hacia la debacle

Nuestro sistema de patrones

Nuestra cabeza es un estupendo sistema de crear patrones. Buscamos encajar las cosas en el patrón apropiado y a encontrar la casilla adecuada y su definición asociada, basada en la experiencia, como proponía Aristóteles. Es un sistema muy útil pero peligroso, sobre todo cuando usamos algo equivocado o utilizamos casillas anticuadas en un mundo tan cambiante. Por no hablar de las casillas que crean, ex-profeso, los que solo piensan en su propio interés.

El propósito de pensar se convierte así en establecer patrones rutinarios para que podamos ver el mundo a través de ellos y nos digan qué tenemos que hacer. Desafortunadamente, muchos de los patrones que utilizamos generan las situaciones que mencionábamos al principio.

casillas Aristóteles

Aquí aparece la creatividad

Todo esto es contrario a la creatividad.

En general, la mayoría de nuestras actividades, las hacemos a través de grandes autopistas. No tomamos ningún riesgo, simplemente seguimos a la multitud, hacemos lo que hacen otros, vamos con el grupo. Nada que ver con la creatividad. Con la creatividad, la persona va sola, tiene que estar sola. La creatividad respeta a la persona individual. La creatividad respeta al que es único y no a la multitud. La creatividad respeta la libertad y no la conformidad. La creatividad no tiene tradición, es algo que tuvimos y perdimos.

La creatividad es un camino pero no como los otros caminos. Tiene en sí una cualidad diferente: la cualidad de la libertad. Por ello no queda más remedio que elevar la creatividad al poder.

cambiando las cosas

La posibilidad de cambiar. Creatividad al poder

Desvelábamos en el post de la semana anterior el secreto del pasado. No nos obliga a nada. No tenemos que seguir dictados ajenos y menos aquellos que sabemos que nos perjudican.

Y también desvelábamos la principal actitud de la persona creativa. Elijas lo que elijas, actúa para ser libre y cambia lo que tengas que cambiar.

La base de la creatividad es la base del cambio. Romper los patrones que no nos sirven, nos ayudará tanto para crear elementos nuevos como para modificar la tendencia suicida en la que nos movemos.

 

 

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